Como un tesoro perdido en las profundidades del océano, queda tu alma perdida entre la bruma del olvido, sin dejar rastro ni brillo de tu exilio.
Ondinas del mar que arrastran tus quejas y elevan entre las olas las penas de tu desamor.
Aunque duermes entre corales sin recuerdos que anhelar, las burbujas tricolores no dejan de reflejar la tristeza que cubre tu bello rostro. No te asombres de la desdicha que gobierna tu destino, que date callada y en silencio contemplaras el final de tu desgracia.