Carnaval de Barranquilla, festividad de jolgorio y fantasía.
Alegras los días con disfraces de colores y en las noches embriagadas picardía.
Las marimondas se enloquecen ante bromas y volteretas, con su estilo particular alejan la soledad, las penas y el aburrimiento estampando su energía de derroche y coquetería.
Las mujeres con sus polleras danzan bajo el embrujo de la tambora, que enamoran a su pareja, llevan entre sus manos velas encendidas para alumbrar los corazones que ansiosos esperan la sinfonía de las caderas de la mujer barranquillera al son del bullerengue y mapale.