Vuelves con tu rapaz prepotencia, lastimas sin misericordia mi sensibilidad.
Sacrílega que irrumpe mi sacramento sin piedad alguna, devoras mi cuerpo, tan sólo dejas al destierro mi atormentada alma.
Entre las ruinas quemadas, logro por segundos pensar en un milagro que haga liberar la fuerza para expulsar la inicua presencia de tu azufrada figura.
Tormentas a mi alrededor, entran en lo profundo de mi ser…no sé que pensar, que decir, tan sólo quiero caminar sin mirar atrás.